jueves, 20 de febrero de 2014

Paz, tranquilidad y baloncesto

Todo parece encajar desde el primer momento. Lamar y Vitoria, Baskonia y Odom. El orden de los factores no altera el resultado. Lo decíamos en nuestro primer post de este blog. Este esel momento y el lugar adecuado para un jugador como Odom en un equipo como Baskonia. Luego, el tiempo nos dirá si nuestra hipótesis se demuestra con éxito o seguimos siendo unos zotes en matemáticas.

(Foto laregion.es).  Lamar Odom en Vitoria-Gasteiz
El entrenador de Laboral Kutxa, Sergio Scariolo, decía ayer que Lamar Odom encaja como un guante a las necesidades de su equipo. Aporta fuerza y pase. Andrés Nocioni destacaba que además el neoyorquino es buen conocedor del juego lo que le hará adaptarse a Europa y al ritmo de partidos muchísmo antes que cualquier otro en su situación.

Lamar Odom ha realizado esta mañana la segunda parte de las pruebas medicas. Ayer estaba demasiado cansado como para terminarlas. Hemos visto a un Odom serio, educado y quizá algo tímido. Seguro que cualquiera de nosotros en su situación (primera vez fuera de casa, idioma desconocido, multitud de presentaciones y medios de comunicación) nos sentiríamos de igual manera. Aún no ha hablado ante los medios de comunicación y sólo podemos interpretar cómo se siente Lamar Odom. No sabemos cómo está el baloncesto en su cabeza.

Esto es fundamental, sólo si Odom está motivado y equilibrado emocionalmente podría acercarse al jugador que todos tenemos en nuestras retinas: aquel mejor sexto hombre de la temporada 2011. En el reconocimiento médico Lamar Odom ha pronunciado en bajo unas palabras que nos permiten entender por dónde se encuentra emocionalmente el jugador norteamericano.

"Todo lo que necesito es paz, calma y baloncesto"

Si le damos la vuelta, Lamar Odóm llega a España en una guerra consigo mismo, intraquilo y alejado de su verdadero valor: El basket.

Esta noche, tendrá su segunda presentación. Lo hará como espectador de lujo de su nuevo equipo en la mejor competición continental. Esta noche Odom tiene una cita.
Sin besos ni ir más allá. Sólo para conocerse. Sólo una cena sencilla con el baloncesto.

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