domingo, 9 de marzo de 2014

Actor secundario Odom

Esta espalda duele. (Foto acb.com)

El efecto Lamar Odom discurre en su tercera semana por el camino de la indolencia. Odom se lesionó y Baskonia ha empezado a ganar. La euforia inicial, con la liga ACB enviando cámaras a cubrir la llegada del norteamericano, las presentaciones aquí y allá, el streaming mundial multitudinario con decorado de Euroliga ya se han quedado fríos. Las victorias han desplazado el protagonismo desde Lamar Odom al Laboral Kutxa. Un equipo que en algunos momentos vuelve a tener pulso.

Es normal. Después de 23 minutos en pista Lamar Odom ha tenido que parar. Sucedió en el último entrenamiento antes de viajar al OAKA. Unas molestias lumbares le obligaron abandonar el entrenamiento grupal. Baskonia se movió rápido y se le practicaron todo tipo de pruebas. Se trata de una sobrecarga  en la espalda, concretamente en la zona lumbar, que merece un tratamiento específico y la retirada temporal de la competición. El tratamiento conservador corre a cargo de los fisios que con masajes y ejercicios con fitballs o pelotas suizas tratan de mejorar el espinazo de Lamar Odom. Se esperaba que en unas 72 horas Odom mejorase ostensiblemente.

Mientras, el equipo se bastaba sin Odom, en un arranque de orgullo y seriedad, para doblegar contra pronóstico al Panathinaikos y sacar la cabeza del agua. La bocanada de aire fue tan grande y prolongada que en menos de 48 horas y con un viaje terrible, los jugadores no durmieron, se ganó a uno de los rivales directos por el playoff ACB, el Joventut por 100 a 71.

La espalda de Lamar Odom estaba para el partido. Al menos un día antes. De hecho, Lamar Odom estaba en el partido. Pero en la banda junto a su inseparable Hamilton. (Me pregunto que se hará con Lamont una vez que su fascitis remita o se cure.) Sucedió que Lamar Odom volvió a sentir los mismos problemas en el único entrenamiento que tenía el equipo para preparar el partido contra la Penya. Se palpa, ahora que el efecto Lamar Odom va perdiendo fuerza, la necesidad de avanzar por ambas partes. Tanto Odom como Baskonia necesitan de ampliar la onda expansiva de su llegada a Europa.

Baskonia quiere que juegue para explotar cualesquiera de las vertientes de Odom. La deportiva o la económica. De momento ninguna y hay que reconocer que es bastante difícil poder hacerlo. Después del 23 de Febrero, fecha del fallido debut en casa en la liga ACB, con buen criterio, Baskonia decidió regalar otra entrada a todos los que adquirieron una localidad. Los 8139 tampoco han podido ver en la cancha al interior americano.

Odom tampoco puede descuidarse. Como siga así, pueden cumplirse los dos meses de contrato y no haber prácticamente jugado. De los 5 partidos que ha disputado su equipo desde que aterrizó sólo ha podido estar en cancha 2. Y con ese porcentaje parece no se pondrá en forma nunca. También Odom padece las urgencias.

Inseparables Lamar y Lamont (Foto Acb.com)
Así que, en cuanto ha tenido el segundo aviso lumbar no ha dudado en trasladar a su médico de EE.UU las imágenes y los informes sobre su dolencia. Baskonia, por cortesía, permite que todos lo jugadores americanos que tienen posibilidad de enviar los informes médicos a su país lo hagan. Y Odom, que evidentemente tiene esa posibilidad, quiere un segundo diagnóstico. Tendría que darse el mismo resultado pero en medicina es difícil que los doctores estén al 100% de acuerdo viendo la misma imagen o examinando los mismo resultados.

Baskonia y Odom están trabajando duro. Odom alterna, hasta la lesión, entrenamientos con el grupo y el trabajo individualizado. Un trabajo en solitario que alterna cancha y gimnasio. Mañana y tarde. Así se trabaja en Baskonia desde siempre. El preparador físico, Oskar Bilbao, varía el tipo de entrenamiento en función de la evolución diaria. El entrenador, Sergio Scariolo, varía también la intensidad del entrenamiento, en ciertos momentos, para tratar de introducir a Odom en ritmo, en la enorme cantidad de sistemas y jugadas y en el baloncesto FIBA. 

Podemos decir que, hasta la fecha, Baskonia aplica un entrenamiento evolutivo cuyos pormenores no puedo relatar, aún, dado que la praxis de Baskonia es privada. Las sesiones son a puerta cerrada desde hace muchísimos años. Decisión que respeto pero no comparto.

Después de una primera semana frenética, en la tercera ya casi nadie habla de Lamar Odom. Las victorias de Baskonia, las prestaciones del jugador, aún lejos de lo aceptable, y la lesión han hecho que la ilusión por el ex-NBA ahora esté en el congelador. Si Odom optase a un Óscar ahora mismo lo haría al de actor de reparto.

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